Reto 2: ¿Que elementos caracterizan el trabajo en alianza?
La Agenda 2030 en el
diseño de proyectos estratégicos industriales
Mi propuesta versa sobre el Convenio de junio de 2022, entre la
Secretaría de Estado para la Agenda 2030 (SEA2030) y la Universidad Politécnica
de Madrid (UPM), para la Colaboración en el ámbito de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible y de las prioridades de la Estrategia de Desarrollo
Sostenible 2030, entre los que se incluyen los siguientes sectores:
- Agroecología
-
Energías renovables
-
Farmacéutico-textil
-
Patrimonio cultural
-
Rehabilitación de viviendas
Enlace web:
https://www.mdsocialesa2030.gob.es/agenda2030/documentos/sintesisfinal.pdf
El objetivo de esta colaboración ha sido la puesta en marcha de un proceso de trabajo, de intercambio de conocimiento y de debate público dirigido a generar propuestas para la transformación del tejido productivo bajo criterios de sostenibilidad social y medioambiental, contribuyendo asimismo a la cohesión social y territorial.
El proceso ha contado con la
participación activa de cerca de 150 personas y ha implicado a actores del
ámbito empresarial, sindical, de las universidades y centros de investigación,
así como de representantes de las Administraciones públicas.
Para llevar a cabo este proyecto ha
sido necesario pasar de una relación unilateral (o a lo sumo bilateral) entre
administraciones y otros actores a un
modelo multiactor, en línea con el ODS 17 “ALIANZAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS”.
Debemos tener en cuenta que:
● El ODS17 invita a una relación
simultánea y continuada entre múltiples partes con capacidad de transformación
social (alianzas multiactor).
● Los espacios de escucha y
diálogo multiactor deben ser cuidados por profesionales en las áreas de diseño,
facilitación, comunicación y generación de alianzas para fomentar conversaciones
simétricas, generar experiencias positivas para las personas participantes,
sintetizar aprendizajes y hacerlos accesibles.
● El uso de la tecnología tiene
un rol importante en el fomento de alianzas.
● Finalmente, la inversión pública
puede entenderse como un catalizador de la inversión privada en procesos de
transformación altamente complejos como los que plantea la Agenda 2030.
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